Ser lucrativo para ser incluido

27 julio, 2021

Hace unos días me encontré con esta nota donde Lego lanza su primer set LGBT+.

 

La historia detrás es interesante. Uno de los directivos de diseño en Lego, quien pertenece a la comunidad LGBT+, diseñó el set por iniciativa propia y lo tenía sobre su escritorio. La gente que veía su set lo alentaba a lanzarlo al mercado hasta que lo hizo con apoyo de la empresa.

 

Aún no tengo datos sobre los niveles de venta del set. No obstante, de antemano veo un par de factores que podrían pronosticar su éxito.

 

El primero es que el poder adquisitivo de una parte de la comunidad LGBT+ es significativo, sobre todo en zonas desarrolladas; su acceso y nivel de interacción en la virtualidad es prominente, y el set estará a la venta en línea, por lo que, estoy seguro de que muchas personas de la comunidad LGBT+ van a adquirirlo.

 

El segundo factor es que Lego se apropia de la causa LBGT+ en el mundo, la suma a su marketing y a su imagen de empresa socialmente responsable, diversa e incluyente. Lego se pasa al sector de los aliados a la causa y por ello gana visibilidad, se construye una reputación y abre un nuevo mercado. Estoy seguro de que es una campaña redituable para la marca.

 

Podríamos decir que este es un caso exitoso de inclusión: una persona perteneciente a una comunidad catalogada como vulnerable tiene un empleo en una multinacional, en un puesto directivo, diseñó un producto que su empresa lanza a la venta y a través del cual realiza una campaña de responsabilidad social en pro de la comunidad LGBT+.

 

Ante este caso, yo me pregunté por mi propia situación: ¿qué tendría que pasar para ver un caso similar en la comunidad de personas con discapacidad visual?

 

En principio, ninguno de los dos factores de éxito funcionaría.

 

Seamos francos, entre las personas ciegas, incluso entre aquellas que viven en el primer mundo, el nivel adquisitivo es muy bajo; ninguna empresa nos ve a la comunidad con discapacidad visual como un target para sus productos.

 

Tampoco somos una comunidad sexy ni atractiva para las campañas de marketing. No se puede comparar el atractivo visual de los colores de la comunidad LGBT+ y de la ideología que transmiten a través de su concepto de orgullo, con el marketing visual de vendarse los ojos para empatizar y con el concepto de dependencia total que emerge de una  discapacidad visual.

 

Irremediablemente he pensado: ¿cuál es el beneficio para una empresa que contrata a una persona con discapacidad visual?

 

Fuera de las respuestas cliché como: las personas con discapacidad son más comprometidas que las personas sin discapacidad, Todavía no encuentro respuestas satisfactorias.

 

Confieso que por años he pensado en esta pregunta desde la perspectiva del utilitarismo, es decir, ¿cómo una persona ciega puede crear lucro para su empresa y para que se le incluya? Lo pienso con cinismo, pues me queda claro que una empresa difícilmente da brinco sin guarache, como dicen en mi tierra.

 

No es fácil. Una persona con discapacidad parte desde condiciones muy desfavorables si se le compara con otros empleados sin discapacidad. El camino del utilitarismo es un camino que cuesta mucho esfuerzo y en el cual pocos, poquísimos con discapacidad tienen un logro.

 

Pero hoy quisiera aprender a hacerme esta pregunta desde un enfoque distinto de la postura utilitaria y lucrativa.

 

¿Qué beneficios alternativos al lucro pueden aportar las personas con discapacidad que se unen a trabajar en una empresa?

 

Pepe Macías

pepe@dialogoenlaoscuridad.com.mx