La paradoja de la inclusión y el lado excluyente del poder

1 junio, 2023

La paradoja de la inclusión y el lado excluyente del poder

 

La noche del 9 de mayo asistí a un concierto. Fue apenas en febrero que descubrí a los Winnery Dogs y me encantó su música. Para mi fortuna, un par de meses después vendrían a mi ciudad.

 

Llegué con este amigo casi a las 9:00 pm al bar. Hicimos fila por unos 20 minutos fuera del lugar, sobre la banqueta. Desde el último concierto al que fuimos juntos el pasado febrero que no nos veíamos.

 

Y la charla comenzó a girar alrededor del trabajo.

 

Mi amigo no tiene nada que ver con el tema de la inclusión. Somos amigos desde hace 30 años, y a pesar de haber viajado, caminado montañas, nadado el mar, visitado islas desiertas y claro, asistido a conciertos juntos con una persona ciega, dudo que pudiera detallarme qué es la inclusión. Él es incluyente por naturaleza.

 

Y sin embargo mencionó claramente su opuesto: la exclusión. “En la oficina se hicieron bandos; algo pasó. Hace un tiempo todos solíamos llevarnos muy bien. Pero reestructuraron los roles y las responsabilidades. A un grupo de personas les asignaron cuentas de clientes más importantes. Eso causó que ahora ellos tengan sus propias juntas donde se comparte información que no la bajan al resto. Ya no comemos juntos. En el grupo de what’s app, cuando alguien de su grupo comparte algún meme, todos reaccionan y se ríen, pero cuando otro externo a ese grupo comparte, nadie reacciona. Yo me siento excluido. Lo platiqué con otras personas, a ver si ellos sentían lo mismo, y resultó que sí, nos sentimos aislados”.

 

Personalmente Creo que la inclusión se entiende primero como una emoción antes que como una habilidad. Todos nos hemos sentido excluidos como mi amigo. Todos nos hemos sentido incluidos como el bando de los empoderados en esta historia.

 

Este es el juego de los privilegiados y los marginalizados. Empoderar es una navaja de doble filo: una consecuencia del poder es enganchar y desarrollar a las personas, pero esas mismas personas pueden desarrollar una ambición insana y pisotear y excluir a otros en su carrera de ratas por el poder.

 

Aquellos que están empoderados se sienten incluidos en su club y experimentan emociones agradables que en principio y de forma cortoplacista reditúan en resultados y alto performance para la empresa.  Pero esa inclusión puede tornarse rápidamente en exclusión para otros que comienzan a experimentar emociones desagradables que derivan en  comportamientos cínicos y asociales que se traducen – a más largo plazo – en falta de resultados y un performance bajo para la empresa.

 

Es conocido el dicho que reza: un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y en el caso de las organizaciones, yo agregaría: un gran poder implica un gran sentido de humildad.

La paradoja de la inclusión y el lado excluyente del poder