3 noviembre, 2014
“Quienes se contradicen, muestran que son capaces de escuchar”
Rafael Echeverría
Te saludo con gusto una vez más en este espacio de Diálogo y te agradezco por pasar a leer. Hoy el tema es otra habilidad invisible, otra habilidad social, quizá la más esencial y básica de todas: la escucha.
Publicaremos una serie de entradas sobre la escucha, pues esta habilidad es tan trascendente que en una sola entrada no podríamos honrarla como se merece. Te invito pues a seguir leyendo, es probable que aprendas cosas que no sabías sobre la escucha o que desmitifiques algunas creencias.
Tal y como en una de nuestras entradas anteriores honré a Leonardo Wolk al respecto del tema de la responsabilidad, hoy honro y reconozco de igual forma a Rafael Echeverría, a quien no tengo el gusto de conocer, pero cuyo modelo de la ontología del lenguaje es inspiración para nuestro trabajo en Diálogo en la Oscuridad® Monterrey.
La escucha es sin duda la competencia más importante de la comunicación humana. Te estarás preguntando porqué. La escucha valida el habla. Es decir, el habla sólo es efectiva cuando logra la escucha que el orador espera. Y te doy algunos ejemplos. Yo hablo para ser entendido; si digo una cosa y se me entiende otra, mi habla no ha sido efectiva. Si tú das una instrucción y se hace otra diferente, el desempeño se compromete. Si alguien expresa una opinión y se entiende una cosa diferente a la que esta persona quiso expresar, es probable que esto cause un problema en la relación.
En conclusión: El indicador de calidad de tu habla es la escucha. Y con esta idea aclarada, La escucha antecede al habla, agregaré que para captar la escucha del otro, lo que tú digas deberá de ser del interés de este otro. Quien habla sólo de lo que le interesa así mismo, por lo general no es escuchado. Lo que tú digas tiene que interesarle al otro, y el único camino para lograr esto es escuchar primero al otro; sólo escuchando puedes descubrir los intereses del otro.
Decía que el indicador de la calidad de una relación suele ser la escucha, y te doy un ejemplo. Si en tu trabajo tu jefe no te escucha, o tus colegas no te escuchan, o a nivel personal tu pareja o tus hijos no te escuchan, eso anuncia un bajo desempeño y una baja satisfacción. Pero, oh sorpresa, nos dice Echeverría que quien suele sentirse no escuchado tampoco sabe escuchar a los demás. Y el problema está generalmente en la relación, pero no hay otra forma mas que empezar a trabajar con la escucha del que no se siente escuchado, pues el resultado del otro es el producto de nuestro propio cambio.
Otra razón para etiquetar a la escucha como la primera de las competencias de la comunicación humana radica en nuestra capacidad de aprendizaje y en la habilidad que tenemos para transformarnos. La escucha es el primer eslabón para aprender, pues si escuchamos nos manifestamos abiertos a recibir y comprender nueva información, incluso podemos manifestarnos dispuestos a ser transformados por la nueva información que escuchamos.
¿Has escuchado esa frase que dice “a palabras necias oídos sordos”? Es el perfecto ejemplo de la no escucha, y por lo tanto, de la negación a aprender y a ser transformado. Quien juzga ciertas palabras como palabras necias, decide cerrar sus oídos, no aprender de esas palabras y menos dejarse transformar por ellas. Pero la propuesta actual de la escucha es permanecer abierto a todo aprendizaje, dejar la puerta de nuestra transformación entreabierta, quedarnos permanentemente receptivos a la duda, y evaluar de manera consiente aquello que, una vez que lo hemos escuchado, consideramos que puede convertirnos en ese que estamos deseando ser.
Y hasta aquí explico por qué la escucha es la primera de las competencias de la comunicación humana.
¿Qué opinas hasta aquí?
Próximamente publicaremos la continuación de este tema.
Coach Pepe Macías