La escucha III – el viejo y popular modelo de comunicación

10 enero, 2015

Te doy la bienvenida a la tercera entrega sobre el tema de la escucha, la primera y más importante de las habilidades de comunicación.

Si me permites recapitular un poco los puntos esenciales de las entradas pasadas, decía en la primera entrega que la escucha es la puerta al aprendizaje, es la llave a forjar una comunicación realmente eficiente y es el indicador que valida lo que hablamos – si lo que decimos se entiende o no. La escucha es la vía para comprender al otro y poder tener alguna influencia sobre él.

En la segunda entrada hablé de la importancia de la interpretación cuando escuchamos; todos escuchamos, pero la importancia radica en qué interpretamos de lo que escuchamos. ¿Escucho desde lo que ya sé? ¿Escucho desde lo que espero que pase y desde mis intereses? ¿Escucho desde mis juicios y etiquetas? ¿O escucho desde mi intención de comprender al otro?

Hoy te hablaré del modelo de comunicación más popular y cómo éste se relaciona con la habilidad de escucha que te he venido compartiendo. Seguramente estás familiarizado con ese popular modelo de comunicación consistente en emisor – mensaje – canal – receptor. Es un modelo que casi todos aprendimos en la escuela; incluso algunos consultores o facilitadores siguen utilizándolo con sus clientes.

Si entendemos y practicamos la escucha desde lo que hemos  venido aprendiendo en las pasadas entradas, este popular modelo queda invalidado.  Este es en realidad un modelo de la ingeniería de las comunicaciones, un modelo que funciona muy bien para los aparatos receptores de televisión, radio o celular. Este modelo dice que si el emisor envía un mensaje preciso, y si el canal está libre de interferencia, el receptor, pasivo por cierto en este modelo, recibirá el mensaje. Doy un ejemplo: si yo (emisor) envío un mensaje preciso (hijo, si tu promedio supera 90 te daré un regalo de mil pesos), el canal está libre de interferencias (mi hijo escucha sin interrupciones) el receptor (mi hijo recibe el mensaje).

Como dije antes, este modelo funciona para los aparatos, pues los aparatos oyen y son capaces de repetir señales, sin embargo, los humanos estamos un paso más allá, nosotros interpretamos, por lo que este modelo de comunicación no nos concierne, pues lo que interpretamos a partir de los mensajes que recibimos varía según lo que sabemos, lo que esperamos, lo que enjuiciamos y según nuestras habilidades para escuchar. Retomo mi ejemplo. ¿Mi hijo escucha realmente lo que le dije? Depende de la escucha de mi hijo. Quizá si él escucha desde lo que espera, y lo que espera es reunir el dinero necesario para comprarse una consola de videojuegos que cuesta seis mil pesos, quizá lo que yo le haya dicho no lo motive a buscar buenas calificaciones. Si mi hijo escucha desde sus juicios y etiquetas, y él me tiene etiquetado como un padre que gratifica sus logros con dinero y no con cariño y reconocimiento afectivo, quizá lo que yo haya dicho sólo le ratifique que soy un padre frío y prefiera buscar mi afecto de otra forma y no a través de calificaciones altas.

¿Si hablo de forma efectiva la escucha está garantizada?  No. NO somos televisiones ni radios. Las máquinas reproducen, pero no interpretan, el humano sí. La realidad es que cada uno interpreta lo dicho a su manera. La mala noticia entre comillas es que, de lo que digas habrá tantas interpretaciones como escuchas tengan tus receptores.

En conclusión: la escucha siempre será una aproximación, Siempre malentendidos, siempre habrá una brecha comunicacional entre el que habla y el que escucha. ¿Parece una mala noticia, verdad? Pero es buena saberla para tomar medidas. Aquel que no conoce el mecanismo de la escucha es inocente y podrá seguir escuchando lo que escuche.  Pero tú que ya conoces el mecanismo de la escucha humana, has perdido tu inocencia comunicacional y hoy eres responsable de tu escucha, la cual cambiará a los demás y cambiará tus relaciones y tu nivel de influencia sobre los otros.

¿Cómo?

Son dos las herramientas más básicas: manejar las diferencias de opinión desde el respeto  y reducir la brecha comunicacional al máximo. ¡Pero explicaré las herramientas en una próxima entrada! ¡Prometido!

¿Qué te parece el tema? ¿Leíste algo nuevo sobre la escucha?

Coach Pepe Macías