El sistema incorrecto para la inclusión laboral

18 junio, 2021

© Markus Spikes on Pixabay

Les sigo compartiendo anécdotas sobre los talleres piloto de diversidad e inclusión que imparto con Diálogo en la Oscuridad en Europa.

 

En el artículo anterior les compartí sobre esta dinámica donde el equipo de participantes tiene la tarea de poner en orden algunas imágenes digitales y reproducir el producto a través de un dibujo, con la particularidad de que durante el proceso, reciben a un nuevo compañero con discapacidad visual al cual deben de incluir.

 

EN el rescate de la dinámica empezamos a desmenuzar por qué no se me incluyó en la dinámica del equipo, dónde estuvo ese hueco. Una participante dijo: “yo le pregunté a pepe, ¿tienes imagen? Me dijo que no. Luego le pregunté: ¿tienes alguna información sobre las imágenes o sobre la tarea? Me volvió a decir que no. Fue entonces cuando, inconscientemente, lo dejé fuera, porque dije: no tiene nada para aportar”.

 

Conversamos que tanto en la empresa, y ya también en nuestras vidas privadas, estamos guiados, inconscientemente, por un sentido utilitario; es decir, tu valor como persona está en función de lo que aportas. Si haces que tu empresa gane dinero y logre resultados, vales, de lo contrario, de forma automática, se te marginaliza.

 

Algún participante mencionó que el sistema utilitario de las empresas no es propicio para la inclusión laboral de personas con discapacidad, y yo estoy de acuerdo.

 

Si bien creo que las personas con discapacidad podemos alcanzar un estatus utilitario para las empresas, ese proceso es mucho más largo y mucho más complejo que el proceso que atraviesa una persona sin discapacidad. Es simple: no partimos de las mismas condiciones físicas / mentales / sociales.

 

¿Es esa la respuesta única? ¿Tenemos, las personas con discapacidad, que hacer lo posible para resultarles útiles y económicamente viables a las empresas?

 

De quedarnos en esa respuesta, seguiremos viendo al ser humano como un simple instrumento generador de ganancia económica, mayormente para otros.

 

¿Es esa la propuesta de los promotores de la diversidad y la inclusión laboral? ¿Convertir a las personas con discapacidad en instrumentos productivos del sistema empresarial? ¿O es también nuestro rol repensar el sistema empresarial de raíz en beneficio de la inclusión de todos?

 

El esfuerzo de muchas empresas por asimilar la inclusión y la diversidad en sus culturas es loable. Sin embargo, el proceso es lento, casi doloroso, como intentar ponerte un zapato que te queda muy pequeño.

 

Al terminar el taller les pedimos a los participantes que compartieran un hashtag con el que expresarían su aprendizaje del taller en redes sociales. Uno de ellos era #PeopleOverResults o #LaGentePorEncimaDeLosResultados. Tampoco creo que sea la respuesta inmediata; no es realista pedirle a las empresas que dejen de lado, de la noche a la mañana, los resultados en favor de su gente. Como siempre la respuesta está en un camino medio, eso sí, menos centrado en el utilitarismo.

 

¿Qué cambios serán necesarios en el sistema empresarial para que la inclusión sea asimilada sin tantas trabas?

 

Pepe Macías

pepe@dialogoenlaoscuridad.com.mx

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