La peor discapacidad es…

8 septiembre, 2016

Stheven

 

Había dejado abandonada esta entrada a medio terminar; sin embargo la retomé cuando leí algunas reflexiones de Stephen Hawking que me inspiraron a regresar al tema.

Quizá usted conoce a este señor Hawking, un prominente físico teórico, se dice que de los más importantes de los últimos años y famoso por sus descubrimientos sobre los hoyos negros.

Hawking también tiene una discapacidad que le imposibilita mover su cuerpo. ¿Se lo imagina? No poder mover ninguna parte de su cuerpo, creo que con la excepción de los ojos. Hawking tampoco habla, se comunica a través de un sistema que detecta sus movimientos en la mejilla, los envía a un interruptor instalado en sus lentes que después se convierten en movimientos de cursor en una computadora. Esas señales que Hawking manda a su computadora se pueden también convertir en voz y así podría usted charlar con él. Pero lo que usted hace en un minuto en su computadora, a este caballero le lleva 3 o más minutos.

Algunas veces me han preguntado si hubiera preferido otra discapacidad a la visual. Y a veces he escuchado, en conversaciones entre gente sin discapacidad, esa pregunta: ¿si tuvieras una discapacidad cuál preferirías tener? ¡Obvio la primera respuesta es ninguna!

En esas conversaciones cotidianas,  el sentido que la mayoría de la gente no quisiera perder, <es la vista.

Suelo iniciar algunos de los talleres en la oscuridad con la pregunta: ¿Qué dejaría de hacer usted si esta oscuridad total se quedara en su vida de ahora en adelante?

Las respuestas que la gente nos da a esa pregunta son muy variadas, pero el punto es que muchísima gente tiene la percepción de que si la vista termina, buena parte de su vida también lo haría.

Durante un cierre de taller y ya en la luz, me hicieron una pregunta muy interesante: ¿qué es lo que más se te dificulta y lamentas no poder hacer por tu ceguera?

Me tardé mucho en contestar. NO encontraba una respuesta. Porque si lo pienso detenidamente, casi todo lo que quiera hacer (subrayo el casi) tiene una forma de lograrse.

Y es aquí cuando tomo lo dicho por Hawking: “si uno tiene una discapacidad física, no puede darse el lujo de estar psicológicamente discapacitado también”.

Una mente ordenada, una emocionalidad equilibrada y una psicología constructiva son los mejores regalos para una persona con discapacidad, bueno, en realidad para cualquier persona. Pero imagínese, aún en el caso extremo de Hawking, sin poder moverse y sin poder hablar, esa capacidad psicológica lo ha llevado a ser uno de los científicos más destacados. Y también logro verlo en mí, pues lo más fácil sería estar ahora en un crucero pidiendo dinero o viviendo a expensas de mis familiares o amigos, no obstante, y a pesar de que mis ojos sí están discapacitados, mi psicología se mantiene firme.

Cuide lo que piensa, por favor, pues de ahí nace lo mejor y lo peor de nuestro mundo.

Coach Pepe Macías

La peor discapacidad es…