La autonomía: otra puerta a la inclusión

27 mayo, 2021

 

La inclusión es una habitación donde nos encontramos para conversar y crear un vivir equitativo.

 

Dicha habitación tiene dos puertas principales, una por donde entran los que quieren incluir, otra por donde ingresan los que quieren ser incluidos.

 

 

La autonomía

Ya les platiqué sobre la curiosidad, la puerta a la inclusión que usan los que quieren incluir. Hoy les platico sobre la autonomía, la puerta a la inclusión que usamos los que queremos ser incluidos.

El factor más limitante de una discapacidad sucede cuando te dejas dominar por la percepción de que no tienes ni la voluntad ni la capacidad para decidir sobre tu propia vida.

Perder la capacidad de decisión implica abandonar el sentido de responsabilidad por lo que me sucede, y renunciar a la posibilidad de mejorar mi condición.

La autonomía se trata exactamente de lo contrario. Como persona con discapacidad, consiste en aceptar la condición de vida por la que transitas, aprender a presentársela a los demás, aportar soluciones, hacerte responsable y generar nuevas posibilidades.

 

Inculcar la autonomía

Comencé mi primaria en una escuela para niños ciegos. Mis maestras de educación especial, conscientes de que mi futuro en esa escuela sería decadente, me empujaron a integrarme a las escuelas regulares.

Estas maestras me formaron un hábito de autonomía: cada vez que un profesor o profesora nuevos llegaban al aula, iba a su escritorio y les pedía hablar con ellos. Les decía mi nombre, mi discapacidad y agregaba cosas como: me ayuda mucho si cuando escriba en el pizarrón verbaliza lo que escribe, si cuando se refiere a una imagen la describe brevemente, si cuando tengamos que leer alguna lección me puede asignar a un compañero para que me lea…

 

Aportar soluciones

Hoy noto una tendencia a demandar ambientes perfectamente incluyentes y accesibles; pareciera que pretendemos que los demás adivinen nuestras necesidades y que los entornos se adapten a nosotros. Señalamos los errores, pero no aportamos soluciones.

Mi enfoque es presentar la situación junto con sus soluciones. es decir, hablar claramente de mi discapacidad, sin pelos en la lengua, porque en el caso de la discapacidad visual, a pesar de que digas que eres ciego, por alguna razón mucha gente piensa que sí puedes ver, aunque sea un poco. Y enseguida aporto soluciones.

Uso la autonomía en cada momento de mi vida. Cuando llego a un restaurante, le explico al mesero que no veo nada, le pido que no me deje el menú porque no puedo leerlo, y que en cambio me platique lo que más le piden o que me dé sus sugerencias. Cuando reservo un hotel para pasar mis vacaciones, le explico tanto al vendedor como al gerente sobre mi discapacidad, les comparto qué me ayuda y qué no, en qué situaciones necesitaría de su apoyo y cómo pueden brindármelo.

 

Retomar el poder

Desarrollar la autonomía de la gente catalogada como vulnerable es un regalo de poder; nos capacita para participar activamente en nuestra vida, tomar nuestras decisiones, apoyar a los otros  en este proceso y hacernos responsables de nuestras circunstancias.

La autonomía nos permite ir por la inclusión y generarla, no solo demandarla.

 

Pepe Macías

pepe@dialogoenlaoscuridad.com.mx