13 marzo, 2018
Vamos a contestar una pregunta filosófica existencial.
¿Cuál es el resultado de la ecuación del título? ¿Qué resulta si dos ciegos se aparean?
De las discapacidades, quizá la que provoca más terror y fascinación a partes iguales es la discapacidad visual. Es simple: la vista es el sentido supremo, el que nos da más información sobre lo que nos rodea. Además, es un sentido un tanto simple, hasta huevón, pues nos manda imágenes que nuestro cerebro etiqueta y listo. No se trata de un sentido que nos demande esfuerzo ni práctica constante, como sí lo es el olfato, el gusto y hasta el tacto. Ver es fácil. Observar es lo complejo.
Debido a lo anterior, es muy complicado concebir la idea de no ver. Siendo el sentido supremo, nos hacemos a la idea de que si nos quedamos ciegos, junto con la vista se van muchas otras cosas: nuestra cordura, nuestra esperanza, nuestra capacidad intelectual, nuestros sueños, nuestra autonomía, nuestro deseo sexual, nuestras ganas de socializar, nuestra necesidad de trabajar, y una larga lista de elementos que conforman nuestra humanidad.
Hay una gran ignorancia y un peso monumental de mitos y fantasías entorno a la ceguera. Hay dudas y preguntas que dan fe de ello. A mí me gusta contestar y explicar a detalle todas las cuestiones que provoquen duda sobre la ceguera. Y a menos de que ande en un mal rato, tengo mucha tolerancia e interés por conversar sobre el tema.
Sebastián, el güerco de la foto, es mi hijo y acaba de cumplir 9 meses. Mi esposa es ciega igual que yo. Así que Sebastián contesta varias preguntas sobre la ceguera. Primera y como usted certifica viendo a este chamaco, los ciegos sí tienen deseo sexual, tienen genitales y los utilizan.
Ahora bien, una de las preguntas que nos hacían cuando mi esposa estaba embarazada, pregunta interesante la verdad, era si Sebastián iba a ver o no. Creo que la respuesta usted la tiene en los ojos del niño. Sebastián sí ve.
La naturaleza de la ceguera es una de las cuestiones mejor envueltas en ignorancia. Alguien muy simplista, que ve a la discapacidad como una enfermedad, podría pensar que si dos ciegos se aparean resulta un ciego bebé. Pero la discapacidad no es precisa como las matemáticas, es un fenómeno humano, biológico, social, ambiental, urbano, tecnológico, económico, psicológico tremendamente complejo y que requiere de indagación e interés por su parte.
Mi ceguera se derivó de una leucemia. La ceguera de mi esposa de un desprendimiento de retina por nacer prematura y ser afectada por el oxígeno de la incubadora. NO hay nada genético ni hereditario en nuestras discapacidades. Sebastián ve, a pesar de ser el resultado de un encuentro fogoso entre dos ciegos
. Cuando la vista, el sentido supremo, se va, no se lleva nada más, solo lo visible, pero toda su humanidad permanece con usted.
Pepe Macías
pepe@dialogoenlaoscuridad.com.mx
